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La indumentaria femenina tradicional en los cromos del chocolate Jaime Boix

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  ¿Quién no se animó alguna vez a coleccionar las variadas y atractivas series de cromos que nos ofrecían con la compra de determinados productos? Nuestros padres, abuelos y hasta bisabuelos tampoco pudieron sustraerse a esta afición. “Regalo a los consumidores…” era el reclamo publicitario que pretendía atraer y fidelizar a los potenciales compradores. Es el caso de la imagen que ilustra esta entrada, perteneciente a la colección “Las Mugeres de España. Tipos de las 49 provincias. Regalo a los consumidores del chocolate Jaime Boix” (Barcelona 1895), con dibujos de Luis Labarta y Grañé y litografiado por Magín Pujadas. La fábrica de dulces Jaime Boix fue fundada en el año 1754. Estuvo ubicada en la calle Sugranyes , en el barrio barcelonés de Sants, y era una de las tres dedicadas a la producción de chocolate en la ciudad Condal , junto a   Juncosa y   Amatller. En sus buenos tiempos, el aire de la calle Sugranyes estaba impregnado de un intenso y delicioso aroma a chocolate, p

La trampa para ratones de barra de muelle

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  ¡Malditos roedores! A falta de un gato que se encargara de perseguir y aniquilar a estos molestos y perjudiciales animales, el ingenio humano volvió a funcionar y diseñó una trampa sumamente efectiva que no solía fallar cuando el animalito se las prometía tan feliz y atacaba el trocito de queso, pan, avena o chocolate que se colocaba como señuelo. Fue a Hiram Stevens Maxim, un inventor británico-estadounidense de finales del siglo XIX a quien se le ocurrió diseñar tan simple pero mortífero y práctico artilugio. Hay que hacer notar que no se conformó con esto. Stevens también fue el inventor de la primera ametralladora portátil y automática: la Maxim, para otro tipo de exterminio. Una trampa muy común en las casas, hace ya algunos años, es esta que muestra la fotografía: consta de una plataforma de madera; un martillo metálico diseñado para caer con violencia sobre el animal; un muelle con los extremos extendidos que presionan la plataforma y el martillo cuando la trampa está acti

El fuelle del herrero

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  El muy antiguo oficio de herrero ha sido considerado siempre una de las artesanías primordiales en el desarrollo económico de las sociedades. La fuerza, ingenio y habilidad permitían al herrero, a golpe de martillo, dar forma y modelar los metales para conseguir herramientas para las labores agrícolas, fabricar las suyas propias, elaborar utensilios de ámbito doméstico, fabricar herraduras para las caballerías y construir elementos para los medios de locomoción de la época, como carros, carretas o galeras. El lugar de trabajo es la fragua, donde se lleva a cabo la forja en la que el herrero aplica calor al hierro manteniendo el fuego más o menos vivo en función del trabajo a realizar, aportando más o menos leña o carbón; otro elemento de la fragua es el fuelle, un inmenso ‘soplador’ que servía para avivar este fuego, y el yunque, bloque macizo de hierro que se usa como soporte para trabajar y forjar los metales, adquiriendo éstos forma con los moldes que utiliza el herrero. Pero

Bailes típicos y escudos de España y sus regiones

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El dibujante Carlos Llobet Busquets nació en Lérida en 1857 y murió en Barcelona en 1927. Esta magnífica obra suya que hoy presentamos y que se encuentra entre los fondos del museo desde hace muchos años, es singular por su belleza y rigurosa documentación. La carpeta contiene 16 láminas más una introductoria con grabados de los bailes más significativos de España, su reseña y el escudo de cada región. En ellas se muestran también los instrumentos que acompañan a cada baile y como telón de fondo el monumento o detalle característico más notable del lugar. El autor llevó a cabo esta obra después de realizar frecuentes viajes por toda España, a finales del siglo XIX,   un exhaustivo trabajo de campo que le permitió recoger y documentar   directamente los datos idiosincrásicos de cada región en un momento en que aún no habían empezado a mezclarse las costumbres tradicionales con los “gustos modernos”. La explicación de los bailes y danzas están impresa debajo de la ilustración y a la izqu

Dediles y zoquetas para la siega

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  Los dediles y las zoquetas son piezas de cuero y madera tallada que todavía utilizan algunos segadores (muy pocos ya) para evitar los cortes que con frecuencia sufren con la hoz durante la siega. Suelen ponerse en la mano izquierda y se introducen tres o cuatro dedos, resguardándose en el primer caso el meñique, anular y corazón o dejando, en el segundo, libre el pulgar para recoger las mieses Muchas de las zoquetas de madera llevan un cordel enganchado en dos orificios en la zona más cercana a la muñeca, para atarla a ésta e impedir que se caiga durante su uso. Idéntica función tienen los dediles, unas fundas de cuero diseñadas para evitar cortes en los dedos con el instrumento de segar y también para proteger alguno que haya resultado herido. Para evitar su pérdida, estos objetos iban unidos mediante una cuerda a una correa que se ajustaba a la parte inferior del brazo. Precisamente, la última aportación a los fondos del museo ha sido un dedil (la foto que ilustra estas líneas)

Escribanías de cerámica y complementos

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  Escribanía: Recado de escribir generalmente compuesto de tintero, salvadera y otras piezas, y colocado en un pie o platillo. (RAE). También: un conjunto de artículos para escribir que se disponían sobre la mesa de despacho o escritorio. La escribanía se compone de varios compartimentos. Un pocillo para la tinta que va cubierto con una tapa cerámica, un depósito para el secante, agujeros donde depositar las plumas de ave y otros compartimentos para el papel y otros utensilios de escritura. En el pequeño recipiente similar en la forma a un salero, se conservaba una mezcla de arena, sal, piedra pómez y resina seca, todo ello molido muy fino, que se espolvoreaba sobre la tinta húmeda para acelerar el proceso de secado. La presente exposición procede de dos colecciones distintas: por un lado, la colección de escribanías del Museo Etnográfico el Caserón, recientemente donada por Luis Gómez-Centurión Jiménez y su esposa Hortensia Azuara Baroja y por otro de la colección particular de

El botijo trampa de Segorbe

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  El Museo Etnográfico el Caserón posee una amplia colección de botijos de varios tamaños y formas y vistosas decoraciones procedentes de muchos lugares de España. En la cueva del museo se muestran las vitrinas que contienen una parte de la colección de cerámica. En concreto, una de ellas alberga una pequeña muestra de botijos y uno de estos tiene las características de la llamada alfarería de trampa o cerámica de engaño: el botijo de Segorbe (Valencia). Este tipo de alfarería, fruto de la imaginación del creativo artista, tiene como fin servir de objeto decorativo o de pura diversión. Si alguien pretende beber de este tipo de pieza cerámica con trampa incluida deberá enfrentarse a la dificultad de averiguar por cuál de los varios pitorros saldrá el refrescante líquido, corriendo el riesgo si lo ignora de ponerse perdido de agua si elige el que no es. El truco en algunos de estos diseños consiste en llenar el botijo por la base, obligando al agua a salir por solo uno de los pitorro