Las corachas de Montejo de la Sierra
Al
margen de modas y cambios de costumbres el calzado ha tenido siempre como fin
proteger el pie de la mejor manera. Durante siglos, la coracha fue el calzado
empleado en las zonas rurales más aisladas hasta que el caucho de las ruedas de
automóviles –empleado en la fabricación de abarcas- sustituyó la piel de vaca,
ternera e incluso de burro como materia prima.
El
uso de la coracha se prolongó durante siglos por su sencilla fabricación
artesanal: cualquier labriego, con una navaja y un molde podía recortar la
tórdiga (retal de piel). Lo mismo que las zarrias, las tiras de cuero que
hacían de presillas y las calzaderas que ajustaban la pieza al pie protegido
con telas de diverso origen (mantas, camisolas viejas, etc.).
En
caso de que hubiera una rotura o desgaste, el labriego empleaba las sostras,
unos remiendos o parches que devolvían el esplendor perdido a
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