La dulzaina castellana de llaves


 Para muchos, el instrumento rey de Castilla es la dulzaina. Este arraigado instrumento aerófono de lengüeta doble y soplo directo, acompañado siempre por un tamborilero o redoblante, se interpretaba, y por fortuna aún se sigue interpretando, en actos tanto festivos como religiosos.

Fue a finales del siglo XIX, cuando un constructor vallisoletano llamado Ángel Velasco configuró la actual forma del instrumento, introduciendo un novedoso sistema de  llaves que permitía alcanzar registros mucho más amplios que con las dulzainas primitivas. De esta manera, se conseguía ampliar la escala consiguiendo un cromatismo casi perfecto.

Este instrumento tradicional de la familia de los oboes, tan emblemático en muchos lugares,  se denomina dulzaina en Castilla y País Vasco, dolçaina en Levante, grall en Cataluña y gaita en Aragón y Navarra.

En la sala de Instrumentos Musicales Tradicionales de la primera planta, en la vitrina de aerófonos, puede contemplarse una dulzaina castellana de llaves procedente de Sotillo de la Ribera (Burgos) construida en 1995 por Maurino Cilleruelo Arroyo. Pertenece a la colección de Salvador Cacho, cedida desde hace algunos años a nuestro museo.

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